Después de cada gol, Lionel Messi hace la señal de la cruz mirando al Cielo. Cuando una vez le preguntaron sobre su habilidad futbolística, se limitó a contestar que era un don de Dios. Apenas terminó el partido heroico que consagrara a la selección argentina campeona del mundo, se refirió a la Copa en estos términos: “Sabía que Dios me lo iba a regalar, presentía que iba a ser esta”.