Por Horacio Enrique POGGI
La celebración del Bicentenario de la Independencia en
Mariano Acosta nos deja varias enseñanzas a todos los que colaboramos con su éxito desde el Gobierno
del Pueblo de Merlo. Sin ninguna duda la fecha motivó a la comunidad nacional más
de lo que suponían algunos sectores. El país se vistió de Patria. En nuestro
municipio la experiencia fue otra. Aquí también nos vestimos de Patria. Pero
conviene destacar algunos méritos fundamentales que nos permiten hacer la
diferencia. Entre ellos, la decisión política del intendente municipal, Dr.
Gustavo Menéndez, de abrirles las puertas a las Organizaciones Libres del
Pueblo para que la celebración tuviera un sentido social descentralizado. Es
decir, nada de imposiciones partidarias, ni bajada de línea ni verticalismo
personalista. Venimos de un manejo dictatorial de las instituciones intermedias
que sufrieron un vaciamiento perverso. Eso se cortó de raíz el 10 de diciembre. Más
de uno creyó que el discurso inaugural del Intendente Menéndez había sido un
catálogo de intenciones utópicas, de renovadas promesas de campaña. Se
equivocaron. Los nuevos aires de libertad comenzaron a resurgir con espontaneidad,
creatividad y alegría aquel día glorioso para la democracia republicana. La manifestación
inicial de la Libertad recuperada se constató en el transcurso del Primer Cabildo
Abierto del 20 de diciembre, que cerró con el multitudinario Rezo Ecuménico por
la Paz, en El Tejadito. Luego disfrutamos de los carnavales en la avenida Constitución,
también masivos. Ni qué hablar del 25 de Mayo en Pontevedra. Se continuó con la
misma dinámica abierta y participativa en Mariano Acosta. Resultado: explotó el
9 de Julio. Debemos subrayar que todas las áreas del Gobierno del Pueblo de
Merlo trabajaron en equipo. El equipo es Grande porque hay un conductor para
las grandes ligas. ¿Qué equipo alcanza el triunfo si falla la cabeza? El General
Perón decía que las organizaciones, como el pescado, se corrompen por la cabeza.
Gracias a Dios, Merlo tiene un liderazgo representativo que, por un lado,
cierra el ciclo dictatorial derrotado por la soberanía popular, y, por el otro,
abre una etapa cargada de esperanza. Y de futuro.
Hacía décadas que en Mariano Acosta no se realizaba un desfile cívico-militar. Aunque hagamos una aclaración: jamás con las características del pasado 9 de Julio. Un hecho inédito. Que, reiteramos, deja muchas enseñanzas para quienes gobiernan y para quienes participan en las Organizaciones Libres del Pueblo. El Intendente Menéndez recibió ovaciones. Y eso demuestra que está gobernando bien. Se abrazó al público y festejó con él, fortaleciendo su liderazgo. Así es Pueblo. Y cuando un liderazgo es Pueblo logra la representatividad necesaria para generar acciones al servicio del Bien Común. Los críticos podrán decir que a los espectáculos musicales gratuitos siempre va mucha gente. Es cierto. Pero no siempre los gobernantes reciben el cariño y el apoyo como el Intendente Menéndez en espectáculos masivos al que concurren ciudadanos de distintas tendencias políticas. Esta es una feliz enseñanza que nos deja –también- la celebración popular del Bicentenario de la Independencia en nuestro municipio.
¡Grande Argentina! ¡Grande Merlo!