Dios ha bendecido a la Argentina. La elección del
cardenal Jorge Mario Bergoglio para ocupar la silla de Pedro, es un hecho que
nos trasciende y por eso preferimos esperar un tiempo prudencial antes de
emitir un juicio ligero.
Pero sin dudas esta bendición
renovará la fe y le dará a la
Patria una inmejorable oportunidad de crecer en el diálogo,
la tolerancia y la fraternidad, valores que venimos predicando contra viento y
marea. Y que son propios de la actividad pastoral del flamante Papa.