A 38 años del golpe cívico-militar de Videla
y Martínez de Hoz, de Massera y la represión ilegal, la buena memoria de los
argentinos hace posible el triunfo de la Justicia y la vigencia plena de los
Derechos Humanos. La democracia republicana, con sus idas y vueltas, es el
camino del futuro. Las salidas providenciales, nacidas de la intolerancia, las
bombas y el terrorismo de Estado forman parte de un pasado oscuro que la verdad
histórica ilumina desde una perspectiva plural, amplia y diversa.
Es un día de reflexión, no de pases de
factura. Tampoco un festival de chicanas. Cada uno en su tiempo y espacio sabe
lo que hizo y ahora lo que hace. Celebremos la vida. Para siempre.