El 9 de diciembre comenzó una nueva etapa
político-institucional en el distrito de Merlo que -según los primeros anuncios oficiales- llevará la marca del diálogo, la apertura y el respeto al que piensa distinto.
Porque la nueva gestión asegura que han sido recuperadas la democracia
deliberativa y la libertad.
En ese sentido, el flamante jefe comunal, Dr.
Gustavo Adolfo Menéndez, fue precisó en su discurso inaugural: “declaro oficialmente
libres a los merlenses que eran rehenes de la política. ¡Nunca más persecuciones!
¡Nunca más terrorismo municipal! ¡Nunca más violencia institucional”.
Sin embargo, aclaró: “que nadie se llame a
engaño. No seré el Intendente de la venganza. Gobernaré con Memoria, Verdad y
Justicia. Lo hecho, hecho está. Sabemos lo que nos espera si nos detenemos a
mirar para atrás. Nos puede suceder como a la mujer de Lot que se convirtió en
estatua de sal. No, eso no. Pero el que las hace las paga. Por tanto, no habrá
impunidad. Nadie tendrá coronita en el Merlo que comenzamos a reconstruir a
partir del día de la fecha”.
Respecto a las medidas que implementará en el
plano del desarrollo económico, anticipó: “convocaremos a la iniciativa
privada, para que se radiquen industrias y los merlenses tengan trabajo decente
a pocas cuadras de su hogar”.
Asimismo el Intendente Menéndez consideró que
“es hora de incorporar Merlo al siglo 21. Más temprano que tarde y durante mi
gestión, la información pública será accesible a todos los merlenses que podrán
consultar por Internet la ejecución pormenorizada -y en línea- del presupuesto
municipal”.
La pesada herencia recibida de la anterior
administración mereció un párrafo: “Hoy desconocemos el estado de las cuentas y
del patrimonio público, pero no nos temblará el pulso. Por eso hemos decidido
crear una Oficina Anticorrupción que auditará cada una de las dependencias”.
Finalmente convocó a los merlenses a
construir un “nuevo contrato democrático” para fortalecer la institucionalidad.
Menéndez definió que “la democracia
deliberativa auspicia el triunfo del intercambio de ideas. La lucha por la
idea. El acuerdo entre las partes. Así, las decisiones de gobierno comprenderán
la voluntad ciudadana y no el capricho partidista o sectario de tal o cual
factor de poder”.