23 julio 2014

LA MUNICIPALIDAD DE MERLO Y VILLA POSSE


Por Horacio Enrique POGGI


En los periódicos Milenio Cooperativo y La Visión del mes de junio del corriente año, Humberto Fernández, citando un supuesto testimonio oral de una persona fallecida, afirma que hacia 1906 Juan Posse tuvo “la idea fundacional” de Villa Posse, que en 1909 la fundó con un plano y niega “la tarea fundadora” de nuestra querida estación Mariano Acosta. Así, de un plumazo, entre otros errores, falsifica la gestación de la villa, continúa desconociendo a la Municipalidad de Merlo, confunde el significado del verbo “proyectar” con el de “fundar”, y menciona una dudosa mensura “registrada” el 24 de agosto de 1909 que sería, a su juicio, la auténtica fecha de fundación.

Para comprender el proyecto fundador de Villa Posse, origen de Mariano Acosta, debemos, ciertamente, comenzar por el principio. Es decir, por la escritura de compra-venta del campo de 759 hectáreas, fechada el 16 de agosto de 1909 y pasada ante el escribano Alberto Haedo, acto en el que intervinieron Rodolfo Posse, en ejercicio de la presidencia de la Compañía General de Tabacos, a la sazón sociedad adquirente, y Doña Antonina Cascallares, la vendedora. Este documento explica que el campo fue adquirido con hipoteca y en cuatro cuotas a pagar en el término de un año. A los 90 días, con el pago de la segunda cuota, la vendedora se comprometía a entregarle a la Compañía el campo libre de ocupantes. Por tanto, si los Posse tomaron posesión del campo durante la segunda quincena de noviembre, o a principios de diciembre de 1909, ¿cómo pudieron fundar un pueblo en un predio del que todavía no habían tomado posesión?

La citada mensura, según Fernández, se volcó en un plano subdividido en 20.000 lotes. Con un poco de sentido común, podemos colegir que no dan los tiempos. ¿Mensuraron 759 hectáreas en una semana? Igualmente, tampoco “mensurar” es sinónimo de “fundar”. E insistimos: la escritura de compra-venta del 16 de agosto de 1909 especifica que los Posse tomaron posesión del campo a los tres meses de haberlo comprado, ¿cómo mensuraron un terreno del que no habían tomado posesión? ¿Dibujaron el plano y lo anexaron con fecha retroactiva? Para colmo se trata del plano que jamás entró en vigencia y que fue corregido al año siguiente, ya que la estación ferroviaria aparecía ubicada detrás de la Rotonda de los Mástiles (o delante, según desde dónde se mire).

Lo que sí se realizó el 24 de agosto de 1909 es la inscripción de dominio en el Registro de la Propiedad de la Provincia de Buenos Aires, bajo el número 49588 (Serie C - Folio 1222 – B - Tomo 14). Trámite por el cual se hizo público el cambio de titularidad del campo que pasó de Antonina Cascallares a la Compañía General de Tabacos. En ese sentido, todas las operaciones de venta o “donación” de terrenos y casas que los Posse hicieron con posterioridad, llevaban como referencia de titularidad el número de la inscripción de dominio. Lo que verificaba que ellos eran propietarios de lo que vendían, pero de ninguna manera dicho número confirma que Villa Posse fue fundada a los ocho días de haber sido comprado el campo. Queda descartada, por tanto, la fundación exprés de Fernández.

Villa Posse y la estación ferroviaria nacieron juntas. Los Posse así lo concibieron para ejecutar su negocio. El 15 de septiembre de 1909, la Compañía General de Tabacos inició, con una carta elevada al Ministerio de Obras Públicas de la Nación, el trámite de traslado de la estación situada en el kilómetro 34, 800 a su actual ubicación. La carta supeditaba la fundación del pueblo al traslado de la estación. El argumento fue categórico: sin estación ferroviaria era imposible fundar la futura Villa Posse, porque sus potenciales pobladores carecían de medio de transporte. Y el ferrocarril resultaba el medio de transporte necesario para promover un nuevo poblado a 40 kilómetros de la Capital Federal. El 9 de diciembre de 1909, el presidente José Figueroa Alcorta autorizó el traslado y los Posse tuvieron que pagarle $ 50.000 m/n a la empresa Ferrocarril del Sud, de acuerdo con el convenio que habían firmado el 2 de septiembre.  

Pero ¿por qué se gestó y se fundó Villa Posse? Fernández coloca a Juan Posse a la altura de un soñador de pueblos que también había viajado a Europa a gestionar la repatriación de los restos del General San Martín. Un prócer liberal que tiene su propio monumento… La realidad histórica demuestra que eso es falso y que Villa Posse fue gestada y fundada por la Compañía para hacer un negocio fenomenal con la marca de cigarrillos habanos “Mitre”, lanzada al mercado a mediados de 1909. Los fumadores de estos cigarrillos habanos debían reunir 500 marquillas de 0,20 o 0,30 centavos y a cambio la Compañía les “regalaba” un lote de terreno. El famoso concurso, que después incluyó 60 casas y un chalet, le dejó a la empresa tabaquera suculentas ganancias. Los Posse no regalaron nada. Eran comerciantes exitosos y sabían multiplicar sus inversiones. Para ese negocio fenomenal, la estación ferroviaria jugaba un papel imprescindible. Por eso, apenas compraron el campo, tramitaron su traslado para facilitarles a los pioneros un medio de transporte que, por un lado, garantizaba el poblamiento de la región y, por el otro, valorizaba la tierra. Porque, sin la estación, ¿quién iba a instalarse en un paraje entregado a la buena de Dios?

Como observamos, en 1909 no se concreta la fundación real de Villa Posse. Por el contrario, aquel año la villa fue proyectada y publicitada con la estación ferroviaria ocupando la centralidad de los planes. En este caso, la acepción pertinente del verbo “fundar” es “edificar materialmente una ciudad, un colegio, un hospital, etc.”, según el Diccionario de la Real Academia Española. Y las edificaciones materiales (la estación y las casas de la Compañía) comienzan a construirse a mediados de 1910.

Para realizar el proyecto fundador, la Compañía designó apoderado de Villa Posse a Don Rodolfo. Esta misión encomendada no es ningún “absurdo total”. Es un documento probatorio conferido el 6 de abril de 1910 (Protocolo del escribano Alberto Haedo, Folio 396), también ignorado por Fernández, quien en su relato le adjudica un poder omnímodo al presidente Juan Posse, como si la Compañía  fuera unipersonal. Pero se manejaba por sus Estatutos. El artículo 17 de los Estatutos de la Compañía señalaba que “la firma del Presidente debe refrendarse siempre por un Director”, y que “el Vicepresidente sustituye al Presidente” con iguales atribuciones y deberes que éste. Vale recordar que en 1906 Juan Posse inicia la delegación de responsabilidades en el Directorio de la empresa, en general, y en la del Vicepresidente, en particular. De ahí que Don Rodolfo, el joven vicepresidente de la Compañía, se haya encargado del proyecto fundador.

Bajo la dirección de Don Rodolfo, entonces, el proyecto fundador adquiere concreción práctica en el Año del Centenario de la Patria, con Juan Posse de vacaciones en el extranjero y luego de que la Municipalidad de Merlo aprobara los planos del trazado del pueblo. ¿Acaso Fernández cree que se pudo fundar un pueblo en Merlo desconociendo a la Municipalidad? El poder especial conferido a Don Rodolfo establece que “la superficie, ubicación y linderos de cada lote, resultan del plano general del pueblo ´Villa Posse´ aprobado por la autoridad municipal correspondiente, todo lo que oportunamente se entregará al apoderado”. Villa Posse, por tanto, se fundó de acuerdo con el “plano general” que la Municipalidad de Merlo aprobó el 11 de julio de 1910. Antes no hubo fundación porque no se construyeron edificaciones materiales. Además, después de nuestra investigación publicada en 2013, ¿cuánta validez historiográfica tiene afirmar que un plano dibujado en 1909 y sin autorización municipal representa la fundación de Villa Posse? Cuando faltaban documentos, prevalecía la imaginación. Pero ahora los documentos aparecieron y refutan lo que se divulgó en los últimos 40 años.

En síntesis, Villa Posse y la estación forman parte de una misma matriz originaria en el Partido de Merlo. Y al ser la estación el hecho fundacional por antonomasia que trascendió a los Posse, nada más justo y documentado que conmemorar el 15 de noviembre de 1910, como fecha fundadora de Mariano Acosta. Ese día histórico la Dirección General de Ferrocarriles autorizó librar al público el servicio de nuestra querida estación.

(Este artículo fue publicado en el periódico La Visión del mes de julio de 2014. El autor agradece la publicación).