Por Horacio Enrique POGGI
En los periódicos Milenio Cooperativo y La Visión del mes de junio del corriente año, Humberto Fernández, citando un supuesto testimonio oral de una persona
fallecida, afirma que hacia 1906 Juan Posse tuvo “la idea fundacional” de Villa
Posse, que en 1909 la fundó con un plano y niega “la tarea fundadora” de
nuestra querida estación Mariano Acosta. Así, de un plumazo, entre otros
errores, falsifica la gestación de la villa, continúa desconociendo a la
Municipalidad de Merlo, confunde el significado del verbo “proyectar” con el de
“fundar”, y menciona una dudosa mensura “registrada” el 24 de agosto de 1909
que sería, a su juicio, la auténtica fecha de fundación.
Para comprender el proyecto
fundador de Villa Posse, origen de Mariano Acosta, debemos, ciertamente,
comenzar por el principio. Es decir, por la escritura de compra-venta del campo
de 759 hectáreas, fechada el 16 de agosto de 1909 y pasada ante el escribano
Alberto Haedo, acto en el que intervinieron Rodolfo Posse, en ejercicio de la
presidencia de la Compañía General de Tabacos, a la sazón sociedad adquirente,
y Doña Antonina Cascallares, la vendedora. Este documento explica que el campo
fue adquirido con hipoteca y en cuatro cuotas a pagar en el término de un año. A
los 90 días, con el pago de la segunda cuota, la vendedora se comprometía a
entregarle a la Compañía el campo libre de ocupantes. Por tanto, si los Posse
tomaron posesión del campo durante la segunda quincena de noviembre, o a principios
de diciembre de 1909, ¿cómo pudieron fundar un pueblo en un predio del que
todavía no habían tomado posesión?
La citada mensura, según
Fernández, se volcó en un plano subdividido en 20.000 lotes. Con un poco de
sentido común, podemos colegir que no dan los tiempos. ¿Mensuraron 759
hectáreas en una semana? Igualmente, tampoco “mensurar” es sinónimo de “fundar”.
E insistimos: la escritura de compra-venta del 16 de agosto de 1909 especifica
que los Posse tomaron posesión del campo a los tres meses de haberlo comprado,
¿cómo mensuraron un terreno del que no habían tomado posesión? ¿Dibujaron el
plano y lo anexaron con fecha retroactiva? Para colmo se trata del plano que
jamás entró en vigencia y que fue corregido al año siguiente, ya que la
estación ferroviaria aparecía ubicada detrás de la Rotonda de los Mástiles (o
delante, según desde dónde se mire).
Lo que sí se realizó el 24
de agosto de 1909 es la inscripción de dominio en el Registro de la Propiedad
de la Provincia de Buenos Aires, bajo el número 49588 (Serie C - Folio 1222 – B
- Tomo 14). Trámite por el cual se hizo público el cambio de titularidad del
campo que pasó de Antonina Cascallares a la Compañía General de Tabacos. En ese
sentido, todas las operaciones de venta o “donación” de terrenos y casas que los
Posse hicieron con posterioridad, llevaban como referencia de titularidad el
número de la inscripción de dominio. Lo que verificaba que ellos eran propietarios
de lo que vendían, pero de ninguna manera dicho número confirma que Villa Posse
fue fundada a los ocho días de haber sido comprado el campo. Queda descartada,
por tanto, la fundación exprés de Fernández.
Villa Posse y la estación ferroviaria
nacieron juntas. Los Posse así lo concibieron para ejecutar su negocio. El 15
de septiembre de 1909, la Compañía General de Tabacos inició, con una carta elevada
al Ministerio de Obras Públicas de la Nación, el trámite de traslado de la
estación situada en el kilómetro 34, 800 a su actual ubicación. La carta supeditaba
la fundación del pueblo al traslado de la estación. El argumento fue
categórico: sin estación ferroviaria era imposible fundar la futura Villa Posse,
porque sus potenciales pobladores carecían de medio de transporte. Y el
ferrocarril resultaba el medio de transporte necesario para promover un nuevo
poblado a 40 kilómetros de la Capital Federal. El 9 de diciembre de 1909, el
presidente José Figueroa Alcorta autorizó el traslado y los Posse tuvieron que
pagarle $ 50.000 m/n a la empresa Ferrocarril del Sud, de acuerdo con el
convenio que habían firmado el 2 de septiembre.
Pero ¿por qué se gestó y se fundó
Villa Posse? Fernández coloca a Juan Posse a la altura de un soñador de pueblos
que también había viajado a Europa a gestionar la repatriación de los restos
del General San Martín. Un prócer liberal que tiene su propio monumento… La
realidad histórica demuestra que eso es falso y que Villa Posse fue gestada y fundada
por la Compañía para hacer un negocio fenomenal con la marca de cigarrillos
habanos “Mitre”, lanzada al mercado a mediados de 1909. Los fumadores de estos
cigarrillos habanos debían reunir 500 marquillas de 0,20 o 0,30 centavos y a
cambio la Compañía les “regalaba” un lote de terreno. El famoso concurso, que
después incluyó 60 casas y un chalet, le dejó a la empresa tabaquera suculentas
ganancias. Los Posse no regalaron nada. Eran comerciantes exitosos y sabían
multiplicar sus inversiones. Para ese negocio fenomenal, la estación
ferroviaria jugaba un papel imprescindible. Por eso, apenas compraron el campo,
tramitaron su traslado para facilitarles a los pioneros un medio de transporte
que, por un lado, garantizaba el poblamiento de la región y, por el otro,
valorizaba la tierra. Porque, sin la estación, ¿quién iba a instalarse en un
paraje entregado a la buena de Dios?
Como observamos, en 1909 no
se concreta la fundación real de Villa Posse. Por el contrario, aquel año la
villa fue proyectada y publicitada con la estación ferroviaria ocupando la
centralidad de los planes. En este caso, la acepción pertinente del verbo
“fundar” es “edificar materialmente una ciudad, un colegio, un hospital, etc.”,
según el Diccionario de la Real Academia Española. Y las edificaciones
materiales (la estación y las casas de la Compañía) comienzan a construirse a
mediados de 1910.
Para realizar el proyecto
fundador, la Compañía designó apoderado de Villa Posse a Don Rodolfo. Esta misión
encomendada no es ningún “absurdo total”. Es un documento probatorio conferido
el 6 de abril de 1910 (Protocolo del escribano Alberto Haedo, Folio 396), también
ignorado por Fernández, quien en su relato le adjudica un poder omnímodo al
presidente Juan Posse, como si la Compañía fuera unipersonal. Pero se manejaba por sus
Estatutos. El artículo 17 de los Estatutos de la Compañía señalaba que “la
firma del Presidente debe refrendarse siempre por un Director”, y que “el
Vicepresidente sustituye al Presidente” con iguales atribuciones y deberes que
éste. Vale recordar que en 1906 Juan Posse inicia la delegación de
responsabilidades en el Directorio de la empresa, en general, y en la del Vicepresidente,
en particular. De ahí que Don Rodolfo, el joven vicepresidente de la Compañía,
se haya encargado del proyecto fundador.
Bajo la dirección de Don
Rodolfo, entonces, el proyecto fundador adquiere concreción práctica en el Año
del Centenario de la Patria, con Juan Posse de vacaciones en el extranjero y
luego de que la Municipalidad de Merlo aprobara los planos del trazado del pueblo.
¿Acaso Fernández cree que se pudo fundar un pueblo en Merlo desconociendo a la
Municipalidad? El poder especial conferido a Don Rodolfo establece que “la superficie, ubicación y linderos de
cada lote, resultan del plano general del pueblo ´Villa Posse´ aprobado por la
autoridad municipal correspondiente, todo lo que oportunamente se entregará al
apoderado”. Villa Posse, por tanto, se fundó de acuerdo con el “plano
general” que la Municipalidad de Merlo aprobó el 11 de julio de 1910. Antes no
hubo fundación porque no se construyeron edificaciones materiales. Además, después
de nuestra investigación publicada en 2013, ¿cuánta validez historiográfica
tiene afirmar que un plano dibujado en 1909 y sin autorización municipal representa
la fundación de Villa Posse? Cuando faltaban documentos, prevalecía la
imaginación. Pero ahora los documentos aparecieron y refutan lo que se divulgó
en los últimos 40 años.
En síntesis, Villa Posse y
la estación forman parte de una misma matriz originaria en el Partido de Merlo.
Y al ser la estación el hecho fundacional por antonomasia que trascendió a los
Posse, nada más justo y documentado que conmemorar el 15 de noviembre de 1910,
como fecha fundadora de Mariano Acosta. Ese día histórico la Dirección General
de Ferrocarriles autorizó librar al público el servicio de nuestra querida
estación.
(Este artículo fue publicado en el periódico La Visión del mes de julio de 2014. El autor agradece la publicación).