Debo confesarlo: tenía algunas
dudas. En realidad nunca había caminado por los amplios pasillos del convento
de San Antonio de Padua. Mucho menos conocía los aposentos de los frailes.
Apenas recuerdo que estuve en un casamiento y me impactó el templo. La
construcción que te eleva, como si facilitara el rezo. Hace muchos años. Y
ahora volvía por otro tema, alejado de los formalismos de la ceremonia
religiosa de una pareja de amigos. Varios Intendentes de la Provincia de Buenos
Aires iban a firmar un Pacto. Entre ellos, el nuestro, Gustavo Menéndez.
Entonces fui. Con algunas dudas, reitero.