Si nos atenemos a la
divulgación de versiones inexactas -con presunción de verdad histórica- hasta
lo más elemental en la historia marianense –a veces- parece una excepción. Todavía solemos oír que el primer tren con
pasajeros se detuvo en Mariano Acosta el 15 de noviembre de 1910 cuando ello
ocurrió el 18 de septiembre de dicho año bajo la responsabilidad de Don Rodolfo
Posse. Pongámonos de acuerdo. Para fundar un pueblo –básicamente- primero hay
que concebirlo y luego proyectarlo –entre otros trámites- en un plano. La
Compañía General de Tabacos concibió la fundación de Villa Posse de Merlo –igual
actitud adoptó luego con las villas de Rosario y Córdoba- para promocionar la
marca de cigarrillos habanos “Mitre” lanzada al mercado a mediados de 1909. Sin
dudas, Villa Posse de Merlo fue concebida desde lo estrictamente comercial. Y
es lógico: la Compañía General de Tabacos era una sociedad anónima con fines de
lucro y no una asociación de beneficencia integrada por beatos.
En ese sentido, la Compañía
de los Posse realizó el famoso concurso –léase negocio- por el cual los
fumadores entregaban 500 marquillas de la mencionada marca de cigarrillos de
0,20 o 0,30 centavos, a cambio de las cuales les otorgaban un lote de terreno. Y
en caso de comprometerse a entregar 20.000 marquillas los fumadores quedaban
habilitados para participar de otro concurso por una casa de material (las
mentadas casas de la Compañía). No se trataba –por cierto- de ningún regalo
como indicaba la fenomenal campaña publicitaria orquestada en la prensa
porteña. Respecto del mítico chalet, jamás se lo entregaron al señor Salvador
Martín, el supuesto beneficiario del concurso efectuado el 2 de noviembre de
1910. Martín había ofrecido 22.000 marquillas en efectivo -en vales de 500 cada
uno- haciéndose acreedor de la promisoria vivienda. A pesar del ofrecimiento
constatado por el escribano Luciano Casaux Alsina, el chalet quedó para los
Posse. ¿Salvador Martín habrá sido un testaferro? Hoy el chalet no existe, pero
permanece en la memoria local como un ícono originario. Sin embargo, el símbolo
fundacional por antonomasia –que no deja ninguna sospecha- sigue siendo la
estación ferroviaria, de la que poseemos toda la documentación probatoria para
sostener lo que afirmamos.
Un
plano útil aunque mal trazado
El primer plano de
Villa Posse –firmado por el ingeniero civil O. S. Pico- nunca tuvo vigencia ni
fue aprobado por el Departamento de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires
ni por la Municipalidad de Merlo. En ese plano la estación ferroviaria estaba
ubicada detrás de la Rotonda de los Mástiles. En el marco de la costosa campaña
publicitaria de la Compañía, el plano cobró relieve y se divulgó a los fines de
demostrar que Villa Posse estaba fundada con luz eléctrica y tranvía eléctrico,
inclusive. La publicidad apuntaba a cautivar a los fumadores de los cigarrillos
habanos “Mitre” e instarlos a participar de los concursos de terrenos y casas. Había
que vender cigarrillos y los Posse eran excelentes marketineros…
Si la estación
ferroviaria estaba ubicada detrás –o delante, depende de dónde se mire- de la Rotonda
de los Mástiles, podemos deducir dos cosas: 1) quienes diseñaron el primer plano
desconocían que la estación Mariano Acosta del kilómetro 34,800 estaba construida
del lado sur de las vías como las otras del ramal Merlo-Lobos; y 2) esto pone
en evidencia que, antes de la compra del campo de Antonina Cascallares, los
Posse difícilmente hayan viajado en este ramal, caso contrario habrían situado
correctamente a la estación ferroviaria -en el plano fundacional- evitando
contratiempos y el papelón de corregirlo meses después. A ellos solo les
interesaba el negocio en ciernes y la venta de lotes aun sin haber cancelado la
deuda contraída con la señora Cascallares. Así, el primer plano les resultaba
útil aunque estuviese mal trazado.
Como en los últimos
meses de 1909 no hubo edificaciones materiales en Villa Posse de Merlo, los
Posse se abocaron a tomar posesión de la flamante propiedad -adquirida en
cuotas- durante la segunda quincena de noviembre y a tramitar el traslado de la
estación ferroviaria del kilómetro 34,800 a su actual ubicación. En esa
inteligencia, el primer plano sirvió para promocionar -con exclusivos fines
comerciales- la futura villa, incentivando la venta de los cigarrillos habanos
“Mitre”. De este modo, “un pueblo moderno” había sido fundado… en la prensa
porteña, mientras en estos lares crecían los yuyales.
Un
elemento de marketing
El plano originario de
Villa Posse fue corregido -una vez que la empresa Ferrocarril del Sud eligiera
el lugar conveniente destinado a la nueva estación- para que lo aprobara la
Municipalidad de Merlo –requisito primordial para fundar un pueblo-, hecho que
ocurrió el 11 de julio de 1910. Asimismo –en algunas copias- el plano –ya
corregido- mantuvo la leyenda “Villa Posse (…) Fundada en el año 1909”, ejemplo
palmario de la historia oficial inventada por la propia Compañía. Con el transcurso
del tiempo, esa leyenda dejó de estamparse en copias ulteriores.
¿Según el primer plano Villa
Posse de Merlo tuvo su propia estación? Nadie en su sano juicio consentiría semejante
disparate. La única estación ferroviaria –construida en terrenos cedidos por la
familia Loza- es la que todavía se erige en símbolo fundacional y que el 15 de
noviembre de 1910 fue autorizada a librar su servicio al público por la
Dirección General de Ferrocarriles, a solicitud de la empresa Ferrocarril del
Sud. He ahí la fecha de la fundación real de nuestro pueblo con todas las
pruebas irrefutables.
¿El escribano Alberto
Haedo adjuntó una copia del primer plano en el expediente de la inscripción de
dominio efectuada el 24 de agosto de 1909 ante el Registro de la Propiedad? En la inscripción de dominio N° 49588,
tomo XIV, serie C, folio 1222 no figura ningún plano. ¿Y en el protocolo del
Escribano Haedo? El trámite N° 86361, ingresado el día 7 de noviembre de 2014 en el
Archivo de Actuaciones Notariales de la Provincia de Buenos Aires, consigna que
el 24 de agosto de 1909 “el Escribano Haedo no autorizó escritura alguna”. Queda
claro –entonces- que el 24 de agosto de 1909 es la fecha en que se dejó
constancia pública del cambio de titularidad del campo: de Antonina Cascallares
pasó a la Compañía General de Tabacos, representada en aquel acto por Don Rodolfo
Posse. Y nada más.
Colofón
En resumidas cuentas,
el primer plano aparece como un elemento de marketing y no como una prueba que ayuda
a verificar el año de la fundación real de Villa Posse. Por otra parte, debe
reconocerse que ha sido un eficaz instrumento de la campaña publicitaria que
facilitó la recaudación de suculentas ganancias a favor de la Compañía General
de Tabacos y de su sucesora inmediata –a partir de 1912- la Compañía de Tierras
y Comercio.
Si alguien poseyera
alguna otra documentación que actualmente resulta inhallable en los archivos
públicos que hemos consultado -con asesoramiento jurídico y notarial- y se negara
a explicar cómo hizo para obtenerla, incurriría en un delito. Es lo que nos advirtieron
en el Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, en el Archivo General de
la Dirección de Geodesia y en el Registro de la Propiedad. Por eso, toda la
documentación que nosotros hemos encontrado ha sido publicada especificando su
procedencia para que cualquier ciudadano –sea o no historiador- pueda
corroborarla. Y así lo haremos en las próximas investigaciones en honor a la
verdad histórica de nuestro pueblo.
Dr. Horacio E. POGGI
Centro de Estudios Históricos "Mariano Acosta"
Centro de Estudios Históricos "Mariano Acosta"