Figueroa Alcorta firmó el decreto de traslado de la estación Mariano Acosta. |
La Ruta 40 (ex 200) en el tramo de Mariano Acosta llevaba su nombre hasta que lo
sustituyeron por el de “Dr. Ricardo Balbín”. Fue quien el 9 de diciembre de
1909 firmó el decreto que autorizó el traslado de la estación ferroviaria, entonces situada en
el kilómetro 34,800, a su actual ubicación. La estación Mariano Acosta ha sido el origen de nuestro pueblo. Olvidado
en estos lares, Figueroa Alcorta es rescatado en un reciente trabajo historiográfico. Se hizo
justicia. Falta que los marianenses cumplamos con la historia grande de la
Argentina reivindicando su obra pública progresista, como así también su acendrado coraje cívico a favor del
saneamiento de las instituciones republicanas, la apertura y transparencia del
sistema democrático, entre otros destacados logros.
Por Guada ABALLE
Al despedir los restos de José Figueroa
Alcorta, el Dr. Rómulo Naón expresó: ¡Ha caído el más bueno! Y hemos elegido
ese concepto para englobar el análisis que hacemos sobre su persona, algo nada
fácil.
No es sencillo abordar un trabajo acerca de
José Figueroa Alcorta por la escasa información fidedigna que circula en torno
a su nombre. Con escasas excepciones, gran parte de lo escrito sobre
Figueroa Alcorta ofrece una versión distorsionada tanto de su persona como de
su gobierno. Las versiones que se difunden están tergiversadas o
directamente inventadas, repitiendo situaciones que se dan por sentadas y que
no ocurrieron de esa manera.
Suele asociarse a Figueroa Alcorta con los
festejos del Centenario pero su desempeño en la primera magistratura nos dejó
mucho más que eso. Figueroa Alcorta es más que una fotografía en landó al lado
de la Infanta Isabel.
Su presidencia no fue fácil. Atravesada por
graves y atendibles conflictos sociales a la vez que por una feroz oposición
por parte del régimen imperante que no le dio tregua, esta oposición absorbió
su tiempo, perjudicó su salud e impidió que muchas de sus ideas no se pudieran
plasmar en la realidad. Figueroa Alcorta logró desarmar la máquina del roquismo,
quebró la influencia de Roca hasta enviarlo a la vida privada. Para
ello tuvo que intervenir provincias o clausurar las sesiones extraordinarias
del Congreso en 1908, acto último que tuvo adhesión popular en todo el
país.
Sufrió la soledad moral de soñar con un
programa de gobierno "honestamente, sólo sentido por él, por nadie más que
él", según dijo su admirador Félix Basterra. Figueroa Alcorta
deseaba que las instituciones sociales fueran una verdad y no una ficción al
servicio de los poderosos, quería que las relaciones entre el gobierno y el
pueblo fueran reales y no expedientes burocráticos.
Fue quien abrió el camino para hacer realidad
la modificación del sistema electoral de entonces y se orientara al sufragio
libre. Su administración llevó la economía del país a su grado más alto, las
riquezas fueron bien explotadas, hubo expansión del ferrocarril y de diferentes
obras públicas.
Sentó precedentes por su hábito de conmutar penas de muerte tras no soportar el haber hecho cumplir una, promovió actitudes que arraigaron en nuestra sociedad: el festejo del día del animal (el primero de ellos contó con su aval y su presencia), el padrinazgo presidencial, la colocación de la primera piedra en las casas municipales para obreros.
Sentó precedentes por su hábito de conmutar penas de muerte tras no soportar el haber hecho cumplir una, promovió actitudes que arraigaron en nuestra sociedad: el festejo del día del animal (el primero de ellos contó con su aval y su presencia), el padrinazgo presidencial, la colocación de la primera piedra en las casas municipales para obreros.
Responsable de hechos concretos como la
creación del Departamento Nacional del Trabajo, del decreto que garantizó
reservas de petróleo apenas descubierto éste en Comodoro Rivadavia, u otros
como el del 24 de mayo de 1907 que confirmó los colores de nuestra bandera o el
que posibilitó la creación de un parque nacional en Nahuel Huapí. Figueroa
Alcorta fue quien le encargó a Paul Groussac escribir una memoria para
demostrar los derechos argentinos sobre las islas Orcadas.
También dio impulso a la educación, a
las bellas artes, fue un hombre que estaba a favor del voto femenino calificado
y tenía la creencia en el progreso social a través del trabajo. El escritor
español Vicente Blasco Ibáñez, que lo conoció, le tenía admiración "porque
luego de recorrer gran parte del país, me he convencido de que su presidencia
marca una de las más grandes fases del desarrollo argentino, y debe figurar en
la historia como la magistratura republicana, tal vez más práctica, sanamente
enérgica, útil y beneficiosa, que ha conocido este país".
Fragmento del libro Figueroa Alcorta. El hombre de los tres poderes (Olmo Ediciones).
Fragmento del libro Figueroa Alcorta. El hombre de los tres poderes (Olmo Ediciones).
Fuente: Infobae.com