24 abril 2014

FALSIFICARON LA HISTORIA MARIANENSE






Por Horacio Enrique POGGI


Hasta la publicación de nuestra investigación histórica “Juan Posse, el tabaquero mitrista. Origen y fundación de Mariano Acosta” (2013) los marianenses en particular y los merlenses en general, habíamos tenido acceso a un conocimiento limitado acerca de la historia local, con escasísima documentación y demasiada fantasía. Luego de una exhaustiva y minuciosa búsqueda en archivos y bibliotecas pudimos constatar una cantidad numerosa de datos falsos, obtuvimos pruebas irrefutables y arribamos a conclusiones documentadas. Ahora sabemos que la fundación real de Villa Posse, origen de Mariano Acosta, se concretó en 1910 y que el fundador, en nombre y representación de la Compañía General de Tabacos, fue Don Rodolfo Posse, a la sazón vicepresidente de dicha compañía.

Pero ¿por qué se cometieron tantos errores y se llegó conmemorar el centenario de Villa Posse en 1909? La respuesta es clara y categórica: porque nunca se realizó una investigación histórica correcta, sino que se juntaron datos dispersos recabados de testimonios orales provenientes de viejos vecinos y pioneros entrañables. Esos testimonios orales debieron ser probados con documentos, como así también las escasas pruebas conseguidas debieron ser sometidas a una comprensión en su contexto, profundizándose las pistas que de ellas se derivaban. Sin embargo, nada de eso se hizo y durante décadas repetimos inexactitudes y falsedades.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, fundar significa “edificar materialmente una ciudad, un hospital, una escuela, etcétera”. ¿Cuándo comenzaron a concretarse entonces las edificaciones materiales en Villa Posse? A mediados de 1910, luego de que la Municipalidad de Merlo aprobara el plano con el trazado del pueblo y de que la Dirección General de Ferrocarriles -el 30 de junio- autorizara los planos de la estación Mariano Acosta. Es decir, que el pueblo y la estación nacieron juntos y experimentaron, con el transcurso del tiempo, un proceso de retroalimentación mutua.

¿Quién se hizo cargo en el lugar de los hechos del plan fundacional, firmó las escrituras de lotes y casas, y se encargó de todos los trámites concernientes a la misión encomendada? Don Rodolfo Posse, por expresa decisión del Directorio de la Compañía General de Tabacos que le otorgó un poder especial el 6 de abril de 1910, firmado por Juan Posse (presidente) y por Juan Carlos Cesáreo Posse (tesorero). Vale una aclaración para quienes suelen elucubrar falsedades: el vicepresidente de la Compañía, según el artículo 17 de los estatutos, en caso de ausencia del presidente lo sustituía con todos sus derechos y atribuciones.  Por tanto, al ausentarse Juan Posse del país a comienzos de junio de 1910 para viajar a Europa –regresaría el 18 de noviembre de aquel año- Don Rodolfo no sólo quedó al frente del plan fundacional de Villa Posse sino también de la propia Compañía, a pesar de contar con apenas 25 años de edad. En este sentido, echar mano del dicho “donde manda capitán, no manda marinero”, para justificar el papel fundador excluyente de Juan Posse, lisa y llanamente es un disparate, uno de los tantos que el amateurismo histórico ha difundido engañando a varias generaciones de marianenses.

¿Qué hizo la Compañía General de Tabacos en 1909? El 16 de agosto Don Rodolfo Posse, en ejercicio de la presidencia de la Compañía, le adquirió 760 hectáreas a Antonina Cascallares, que la empresa tabaquera destinó a promocionar un concurso de lotes y casas de la marca de cigarrillos habanos “Mitre”. Asimismo, formalizó el pedido y traslado de la estación ferroviaria del kilómetro 34,800 a su actual ubicación, y firmó un convenio con Ferrocarril del Sud por el cual, una vez conseguida del gobierno nacional la autorización del traslado, se comprometía a pagarles a los ingleses $ 50.000 m/n. Finalmente, el 9 de diciembre, el presidente de la Nación, Dr. José Figueroa Alcorta, rubricó el decreto que aprobaba la solicitud de los Posse. Cabe destacar que en 1909 la Compañía, a los efectos de promocionar el concurso que “premiaba” a los fumadores que juntaran 500 marquillas de cigarrillos habanos “Mitre” con un lote de terreno en Villa Posse, alegó haber fundado “un pueblo moderno”, dotado de luz eléctrica, tranvía eléctrico y otros beneficios, a través de una fenomenal campaña publicitaria en diarios y revistas de la Capital Federal.

¿Pudieron fundar Villa Posse en 1909? De ninguna manera. Primero, el campo de Cascallares fue comprado en cuotas y los Posse tomaron posesión de él durante la segunda quincena de noviembre de 1909. Segundo, cuando el 15 de septiembre el Directorio de la Compañía General de Tabacos resuelve designar apoderado especial a Don Rodolfo, en el acta queda asentado que “el pueblo proyectado (…) llevará el nombre de Villa Posse”. Por tanto, la propia Compañía aseguraba que todavía a mediados de septiembre de 1909 Villa Posse no estaba fundada, que era un “pueblo proyectado”. Tercero, sin autorización municipal no se puede fundar un pueblo y esa autorización Don Rodolfo la consigue el 11 de julio de 1910. Y cuarto, la fundación de un pueblo exige edificaciones materiales, las que adquieren concreción práctica a mediados de 1910.

Si todo estaba claro ¿por qué se afirmó en innumerables ocasiones que Villa Posse había sido fundada en 1909? Fundamentalmente –reiteramos- porque nunca se hizo una investigación histórica correcta y, además, porque la Compañía editó un plano promocional del pueblo, que dicho sea de paso jamás tuvo vigencia, con la leyenda “Plano de Villa Posse – Fundada en 1909”. Este plano debió ser analizado en su contexto, es decir, tendría que haberse investigado si el dato que de él se desprendía era cierto, si se ordenaba a la realidad de la época. Nosotros lo hicimos y demostramos que la Compañía mintió, ya que toda la documentación hallada manifiesta fehacientemente que no hubo fundación real en 1909, sino una invención publicitaria y varios trámites importantes para trasladar la estación ferroviaria, entre otros.

Seguramente, abrieron las primeras calles de la villa a comienzos de 1910, o tal vez a fines de 1909, pero para afirmar esto último habría que aportar algún documento que, en nuestro caso, no poseemos. De todos modos, abrir unas pocas calles tampoco es fundar un pueblo, acción que demanda edificaciones materiales, la construcción de casas. Excepto que alguien crea que se puede fundar un pueblo sin construir casas y sin autorización municipal. Lo esencial y probado es que Villa Posse nació en el Año del Centenario de la Patria, junto con la estación ferroviaria, el hecho fundador por antonomasia que le diera vida y progreso a esta región merlense. Hemos conseguido y publicado la documentación completa de la estación Mariano Acosta, la única obra de la zona de la que sabemos con exactitud cuándo comenzó a ser edificada y cuándo fue habilitado su servicio al público: el 15 de noviembre de 1910, fecha fundacional de nuestro pueblo. Esta es la verdad histórica. A otra cosa.