El país quedó conmocionado con la descarnada confesión del papa Francisco que hizo alusión a la mafia de Othacehé en plena Plaza de San Pedro. El intendente Gustavo Menéndez fue, a fines de marzo, a comentarle pormenores del Pacto de San Antonio de Padua, pero Su Santidad le preguntó si la mafia de Othacehé todavía lo molestaba y relató cómo él, también, había sufrido en carne propia lo que sufrimos muchos ciudadanos de Merlo, en aquella época de oprobio ya superada a partir del 9 de agosto de 2015. Sin dudas, la palabra de Francisco representa un testimonio concluyente, demoledor, que pone blanco sobre negro y deja definitivamente fuera de la legalidad política a uno de los personajes más siniestros de la historia local y nacional. Ahora viene el tiempo de la Justicia de los hombres...